Si el mes de julios ha sido bueno para el sector del turismo, en agosto se esperan cifras similares y ya suman más de 2.700.000 afiliados de los que 140.000 han sido de nueva creación de puestos de trabajo.

El mayor tirón se produjo en la hostelería y agencias de viajes mientras que l resto del sector experimentó un descenso de 60.000 personas.

Cabe destacar que el mayor incremento se produjo en Baleares y Canarias. El sector turístico sigue liderando la creación de empleo que ya representa más del 13% de afiliados en la economía.

Reyes Maroto: "los buenos datos de empleo muestran que el turismo será uno de los sectores que más va a contribuir a la generación de empleo y a la recuperación económica este año"

Aunque los datos han sido buenos y se esperan otros similares para el mes de agosto, estos se han visto contrarrestados por el coste de la vida con una subida generalizada en todos los productos y servicios, lo que a buen seguro ha incidido en una menor contratación a la esperada, en un año con “tantas ganas” de evadirse después de dos años de pandemia que, aunque ya pasó a la historia, sigue habiendo secuelas en la economía.

A punto de conocer el balance del mes de agosto y a las puertas de dar por cerrada la temporada “vacaciones 2022”, nace la gran incógnita: ¿Cómo acabaremos el año?

La pelota está ahora en “el tejado de los precios” que llevan una línea devastadora, afectando a empresas y trabajadores, con unas consecuencias atenuadas momentáneamente por la temporada en la que estamos, pero que, de seguir con esta inestabilidad, la campaña navideña se podría teñir de obscuro con un augmento del paro y de la clase social más desfavorecida.

En España, el turismo siempre ha sido el gran motor de la economía con un turismo interno e internacional, pero muy sensible a cualquier cambio que se produzca en las sociedades modernas que reaccionan inmediatamente al alza o a la baja.

Por otra parte, la solución tendrá que pasar por un incremento de los salarios y pensiones, porque una vez se estabilicen los precios y el IPC vuelva a estar en una zona “razonable”, los precios de los servicios será difícil verlos a la baja, cosa que, si se verá en los productos, mucho más sensibles a la oferta y a la demanda.

En esta escalada de precios, unos pueden estar más justificadas que otras, pero si la moderación no está presente en toda la cadena productiva, será el consumidor, obligado por las circunstancias las que, con su menor consumo, obligue a las empresas a una mayor competencia con bajadas de precios si quieren mantenerse en el mercado de una forma competitiva.

Y aunque esto afectará a todo el sector productivo, será el turismo, debido a su estacionalidad la que posiblemente sufra en mayor medida estas consecuencias, provocando un mayor descenso en la contratación y agravando la situación de los fijos discontinuos que en este sector lideran el volumen de afiliados.

Es deseable que la situación internacional alcance unos límites de normalización, en mayor medida en Rusia y China, que aunque por motivos diferentes, son los principales pilares desestabilizadores, uno por acciones bélicas y otro por situación con el COVID, donde la producción y distribución mundial se encuentra en un “tira y afloja” que afecta a todo el occidente.