Los Tejos
La situacion en el contexto actual afectara negativamente al empleo

18/08/2022

En esta ocasión los elementos adversos traspasan las fronteras de España y de Europa, con una situación mundial muy cambiante donde las materias primas y los combustibles son muy sensibles y cambiantes ante la oferta y la demanda.

Todo ello tiene un efecto de desconfianza que afecta a todo el sistema, desde los inversores hasta los consumidores pasando por los empresarios, lo que provoca subidas y bajadas de demanda con sus correspondientes bailes de precios.

Y aunque este panorama es el que estamos viviendo, no todo lo que sucede es fruto de estas condiciones adversas, sino que “a rio revuelto, ganancia de pescadores”, en este caso habría que tildar de “pescadores” a toda la cadena de distribución en España que, aprovechando la coyuntura actual, aprietan a los agricultores para tener precios a bajo mínimo mientras que en sus establecimientos multiplican los precios por 4,5.

¿Dónde están los límites?

A un agricultor le pagan 0,68€ por kilo de ajos y el consumidor tendrá que pagar 5,92€ el kilo lo que supone un incremento del 770 por ciento. Algo similar ocurre con las mandarinas pagadas al agricultor a 0,43€ el kilo para encontrarlo en la tienda a 2,98€ ósea un 593 por ciento.

Y esto ocurre en España que está situado en el puesto 16 del ranking de paises en agricultura, caza, pesca y cría de animales, lo que no debería de influir la importación más allá de lo representativo.

Esto es sinónimo de paro y pobreza, porque a este ritmo la sociedad tendrá que reducir su consumo y muchas empresas tendrán que ajustar sus plantillas, lo que al final será otra crisis, menor que la financiera, pero crisis que al fin y al cabo afectará más a unos que a otros, en este caso a la clase vulnerable y trabajadora.

No puede ser que más allá de los problemas reales de suministros de energía, afectada por el gas porque el petróleo ya lleva camino de normalización ante la bajada de la demanda, y con España situada en el puesto 15 en energía renovables, tengamos que pagar un coste de la vida bajo el “paraguas de la guerra de Ucrania”.

Toda acción tiene reacción y estos comportamientos “desordenados y abusivos” tendrán sus consecuencias en plenas fechas navideñas, donde el paro se puede ver agravado de una forma considerable y el agotamiento financiero de las familias puede estar muy acusado.

Capear el temporal, pasará por ayudas muy específicas y directas a las familias con peor situación económica, a los trabajadores con subida del salario mínimo y a las empresas les tocará entrar en un periodo de saneamiento y razonamiento, para seguir en un mercado que más pronto que tarde se normalizará como todo lo demás.

Lo que no se podrá seguir haciendo, por falta de recursos, es seguir creando medidas de ayuda de forma generalista como es el caso de la ayuda al precio de la gasolina donde igual se ayuda a un parado que a un jugador de fútbol, porque los dos van a la gasolinera y reciben la misma ayuda, con la diferencia de que uno está cobrando el paro y el su salario mínimo que es de 155.000€ anuales.