A la vista de los últimos datos del paro para un mes de julio en España, no es muy arriesgado vaticinar un final de año complicado para el empleo.

Finalizada la temporada turística y con un panorama internacional bastante sombrío, es de temer que las cifras del paro se incrementen sustancialmente debido en parte a un gran número de cierres de empresas cuyo panorama no es muy boyante a la vista del comportamiento de los autónomos que se han reducido y siguen viendo con preocupación el horizonte a medio plazo.

Es de suponer que el incremento de contratos fijos-discontinuos (se podría haber denominado discontinuos-fijos) no resolverá el incremento de personas en desempleo con una oferta en el mercado laboral bastante inferior a épocas pasadas en las mismas fechas.

Otra cuestión de fondo es que para unos es “catastrofismo” y para otros “realismo” pero lo que no cabe duda es que muchas familias ya viven su propia realidad ante la falta de empleo