La subida del salario mínimo según todas las quinielas, se aprobará a finales de año con el objetivo político de afrontar un año de elecciones muy importantes y no estaría de más, que las pensiones mínimas estuvieran también en la agenda porque la situación actual está “maltratando” unos pensionistas que a muchos habría que llamar “malabaristas” por la forma en que llegan a final de mes.

Y como siempre entraremos de lleno en el “tira y afloja” de los empresarios que ven como un obstáculo infranqueable una subida de unos “pocos euros” pero sin embargo poco han dicho públicamente sobre la subida de los suministros, aunque la realidad es que es un lastre para todos y condiciona enormemente el equilibrio entre salarios “dignos” y salarios “reales”.

Afortunadamente para los trabajadores, la agenda política está a su favor y solamente quedaría por ver hasta donde llega la voluntad de mejorar la situación económica de los trabajadores y hasta donde llega su voluntad para resistir en el poder.

Las autoridades deberían de revisar sus cálculos a la hora de crear un “clima favorable” a sus intereses y que provienen de los votantes, que si sumamos los desempleados, las personas que cobran el salario mínimo, los jubilados que tienen una pensión mínima, nos encontraríamos con unos cuantos millones de personas en quien los políticos deberían de centrar sus esfuerzos y ayudas que aunque los motivos no siempre sean confesables, si que a estas categorías de la sociedad les podría “aliviar un poco su día a día”.

Además de hacer un “esfuerzo político” por mejorar la situación de la clase trabajadora, está también y son los más importantes, los desempleados, porque no hay peor cosa, salvo la enfermedad y la muerte, que ser un desempleado a pesar de todos los esfuerzos que las personas desarrollan para cambiar su situación, situación que va mucho más allá que ganar un salario mínimo, son la condición humana para vivir dignamente, mantener una familia de forma autónoma y cambiar todo esto por cualquier ayuda que están recibiendo.

La condición humana de una persona pasa por diferentes ciclos de la vida y en uno de los más importantes está el de crear, mantener y ayudar a su propia familia evitando la mayor desgracia para este objetivo que es la de desempleado.

A menos que el país se pueda permitir que todos los españoles seamos funcionarios, sería conveniente no perder de vista que los empleos “en el sector privado” los crean las empresas y le corresponde a la administración facilitar al máximo las condiciones óptimas para la creación de puestos de trabajo, eso sí, siempre vigilantes porque las condiciones de los trabajadores sean las óptimas.

De ahí la importancia de legislar con inteligencia para que el país tenga el mayor número de puestos de trabajo en las mejores condiciones para todos y aunque esto no siempre es fácil, el tener a todo el mundo contento; si que será una “prueba de fuego” el ver como se afrontan los próximos meses que se antojan “complicados”